Nuestros Principios
El respeto de la dignidad de cada persona humana, de la libertad y autodeterminación de cada joven de la calle.
No queremos imponer nada a nadie sino apoyar a cada joven para que pueda realizar sus sueños.
La autogestión: Las muchachas y los muchachos de la calle dirigen su propio movimiento.
La paridad entre los géneros y la lucha contra la violencia del machismo que oprime tanto a las mujeres cuanto a los hombres. Estamos convencidos que las muchachas de la calle que rechazan no sólo el poder del dinero sino también lo más antiguo, de los hombres sobre las mujeres, pueden dar un aporte significativo e indispensable a la construcción de una sociedad más respetuosa de la vida y de la dignidad de cada persona.
La preocupación especial por las niñas y los niños. Si logramos ofrecer a
ellas y ellos una educación con ternura, una buena instrucción, una vida sin violencia, el respeto de su persona, podremos quebrar el círculo vicioso de la vida de calle.
La educación y la formación integral son un medio indispensable para la liberación de las personas excluidas.
Hacemos parte del movimiento popular guatemalteco e internacional
para construir una sociedad más justa.
Nuestro método educativo está basado en la amistad liberadora.